lunes, 2 de junio de 2025

Abandono y olvido silencioso amenazan la existencia de las suntuosas casas de Trujillo

 

Casa de Caoba

Casa de Caoba / Jorge Martínez

POR: NICOLE COLLADO

En la provincia San Cristóbal se encuentran parte de las residencias del hombre que durante 31 años gobernó a República Dominicana con mano de hierro.

Hoy día, 64 años después de su ajusticiamiento, el 30 de mayo de 1961, las residencias del tirano Rafael Leónidas Trujillo han pasado a de las más lujosas de la época a espacios repletos de basura y abandonados.

En reseñas periodísticas se establece los años de construcción de sus residencias, entre la Hacienda María o Casa Blanca, el Castillo del Cerro, la Casa de Caoba y la casa de la playa, también llamada Casa de Marfil.

Casa de Caoba

Tres de estas edificaciones cargan consigo años de deterioro, abandono y descuido. La Casa de Caoba es una de ellas. Es una vivienda de tres niveles construida en 1940, desde donde el tirano observaba gran parte de la ciudad, que tenía una vista maravillosa.

Actualmente, su fachada es un espacio abierto dividido en columnas. En el primer nivel, una pintura azul cubre el cemento y, en algunas partes, sobre esta una más azul oscura cubre unos escritos insinuando borrones y la zona del terreno está protegida con mallas ciclónicas.

Un perro negro hizo morada allí y muchas personas visitan el lugar con frecuencia, dejando desperdicios de consumos, como envases de jugo y agua, galones de cloro, enseres de plástico y hasta aparatos de vehículos.

Algunas paredes de la Casa de Caoba están pintadas de rosa, el suelo saturado de polvo, muchas de sus losetas despegadas y la madera luce gastada. Es una casa oscura que solo la luz del día permite visualizar al detalle lo que guarda dentro.

La gente que va allí deja sus huellas en escrituras de sus nombres. Los agujeros en el techo evidencian su mal estado. Ya no hay ventanas, solo huecos en las paredes.

En lo que era una cocina ahora hay una pequeña estufa empolvada y rota. En la parte trasera hay escaleras que llevan a lo que parecía ser un parque, con asientos de cemento que las plantas han envuelto con sus ramas.

La posibilidad de que esta vivienda sea convertida en un museo ha estado en la palestra pública en varias ocasiones. Lo más reciente fue en 2022, cuando se anunció que esta infraestructura sería sometida a un remozamiento. Esto fue anunciado por el exalcalde José.

Montás había dicho que los trabajos fueron iniciados, pero del tema no se ha vuelto a hablar, a pesar de haber recibido el respaldo del presidente Luis Abinader y de la familia Trujillo.

Casa de Caoba de Trujillo

Casa de Caoba del tiranoJorge Martínez

 

 Casa de la Playa

Ante una maravillosa vista a playa Najayo está la Casa de la Playa, también conocida como Casa de Marfil. Los desechos de comida, botellas, vidrios, cajas de cigarrillos y las heces de humanos evidencian su olvido. En este lugar el mar se aprecia desde cualquier ventana descubierta y sin protección.

Edificada con tres niveles, está dividida en dos espacios. Una parte de esta demuestra que hace un tiempo fue pintada de verde, para fungir de "Destacadamente Playa Najayo E.R.D". Actualmente, las plantas han crecido dentro del hogar y sus columnas están en críticas condiciones. Las varillas se han roto, las paredes están hendidas y el techo lleno de orificios.

Aquellos que van al lugar también dejan sus escritos en las paredes deterioradas. Así se leen frases como “Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, y "...la estamos repitiendo?".

Con su hermosa vista al mar Caribe y a San Cristóbal, este antiguo espacio era uno donde "El generalísimo" iba a relajarse, pero ahora ha pasado a de espacio relajante a un basurero frente al mar.

Casa de la playa

Casa de la playaJorge Martínez

Frases escritas en paredes de casa de la playa

Frases con escrituras en paredes de Casa de la playaJorge Martínez

Hacienda Maria

Con una extensa vista al mar, pero destruida por dentro, es lo que queda de la Hacienda María, una residencia querida por Trujillo, donde tenía su campo de golf, justo al lado. Hoy en día está lleno de hierba y difícil de diferenciar.

Al igual que en las demás casas, curiosos visitan la hacienda. Durante la última visita de reporteros de este diario, un hombre salió desde la parte trasera, se sentó en uno de los muros y miraba su celular mientras fumaba.

El historiador Manuel Núñez relató una vez a Listín Diario que para el dictador esta era una vivienda familiar y que el nombre fue en honor a su esposa, María Martínez de Trujillo.

De este nido familiar lo que queda son ventanas destruidas, su suelo evidencia en algunas partes hoyos que fueron cavados, puertas cubiertas con hojas de zinc y algunas bloqueadas con alambres de púas.

Donde se ubica el campo de golf, justo al lado e intacto, está el mural que rinde homenaje a seis de los hombres que participaron en el ajusticiamiento aquel 30 de mayo. Las caras de Manuel Cáceres, Pedro Livio Cedeño, Huáscar Tejeda, Salvador Estella, Roberto Pastoriza y Modesto Díaz.

Sus rostros encorbatados y pintados de blanco están acompañados del escudo de la bandera dominicana. Hombres que murieron a manos de Ramfis Trujillo, hijo del tirano.

Esta propiedad, según archivos periodísticos, fue cedida al Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia) para una remodelación, pero años después, está deshabitada y olvidada.

Hacienda María

Hacienda MaríaJorge Martínez

Castillo del Cerro 

De estas edificaciones, la única que aparenta un buen estado es el Castillo del Cerro, ubicado en la prolongación Luperón de dicha provincia. Construida en 1947, funge como un museo que atrae a decenas de visitantes ansiosos por conocer la historia.

Desde el castillo se puede observar gran parte de San Cristóbal y hasta zonas de Santo Domingo. A pesar de ser una edificación de varios niveles, con un hermoso diseño en su interior y gran espacio a su alrededor, a Trujillo no le gustó la construcción, algunas de las razones fueron a causa de la decoración.

El Castillo del Cerro recibió una remodelación hace unos años y en la actualidad permanece protegido por militares y funge como Escuela Nacional Penitenciaria de la Procuraduría General de la República.

Para conocer de la edificación las visitas, se aceptan solo de lunes a viernes en horarios de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Esta es la única residencia que, a pesar de recibir remodelaciones, se mantiene en buenas condiciones.

La historia de las casas de Rafael Leónidas Trujillo no se mantiene en estas viviendas, muchos han sido los rumores de la gente de que el tirano tenía residencias en varios puntos del país.

Castillo del Cerro

Castillo del CerroJorge Martínez

domingo, 1 de junio de 2025

El velocista Sanjuanero Alexander Ogando sale victorioso en los 200 metros del Grand Slam Track en Filadelfia

SAN JUAN DE LA MAGUANA, Republica Dominicana.- El velocista Sanjuanero, Alexander Ogando, puso en alto el nombre de República Dominicana tras conquistar la prueba de los 200 metros masculino de la tercera parada del Grand Slam Tranck que celebró en Filadelfia.

Ogando realizó un tiempo de 20.13 segundos para ocupar el primer lugar y dejar atrás su pasada actuación en la segunda parada del evento que se corrió en Miami.

El segundo lugar le correspondió a Jereem Richards con un tiempo de 20.34, mientras que el tercer peldaño le correspondió a Steven Gardiner, quien frenó el cronómetro en 20.49.

Con esta participación de Ogando suma 12 puntos más en la clasificación general del torneo, más 3 puntos que sumó el sábado tras quedar en sexto lugar de los 400 metros planos, donde realizó un tiempo de 45.87.

En la parada de Miami, el velocista criollo estrenó su participación en la Grand Slam Track igualando su propio récord nacional en los 200 metros, parando el crono en los 19.86 segundos que firmó también en la Diamond League de Silesia 2024.

Sobre el Grand Slam

La primera pata del Grand Slam se corrió en Kingston National Stadium, en Jamaica; marcando el inicio de cuatro etapas de esta prueba. El evento repartirá 12.6 millones de dólares en premios totales a lo largo de la temporada de sus cuatro carreras.

En cada una de las cuatro reuniones de la Grand Slam Track de este año, los atletas competirán en dos carreras, y ganar puntos según su resultado: Ganador: 12 puntos, 2º puesto: 8 puntos, 3º puesto: 6 puntos, 4º puesto: 5 puntos, 5º puesto: 4 puntos, 6º puesto: 3 puntos, 7º puesto: 2 puntos y el 8º puesto: 1 punto.

Esto significa que el máximo de puntos que un atleta puede ganar en cada reunión de la Grand Slam Track es 24.

Grand Slam Track Los Angeles

El evento cerrará en el mes de junio con la cuarta parada que será en Los Ángeles.

Fechas: Del 27 al 29 de junio de 2025
Sede: Drake Stadium en Los Ángeles, Estados Unidos

sábado, 31 de mayo de 2025

VER EL VIDEO: Tremendo altercado entre agente de Digesett y civil en vía pública de Santo Domingo

 

SANTO DOMINGO, R.D.– Un intercambio entre un agente de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) y un ciudadano tuvo lugar este viernes en la avenida John F. Kennedy, justo frente al centro comercial Ágora Mall.

El hecho, que quedó registrado en un video difundido en redes sociales, muestra cómo se produce una confrontación directa entre el uniformado y el civil en plena vía pública, generando la atención de transeúntes y otros conductores que se encontraban en el área en ese momento.

Hasta la fecha, las autoridades correspondientes no han emitido una declaración oficial que aclare los detalles que originaron la situación. Tampoco se han dado a conocer las identidades de los involucrados, ni se ha informado si hubo consecuencias legales o administrativas derivadas del evento.

Las imágenes captadas muestran un momento de tensión entre ambas partes, sin que se haya confirmado si el altercado se debió a una infracción de tránsito, una diferencia verbal o algún otro motivo. Debido a esto, se espera que la Digesett o alguna entidad oficial ofrezca un informe más detallado en los próximos días.

Este tipo de situaciones en espacios públicos resalta la importancia del manejo adecuado de conflictos, especialmente en el contexto del tránsito vehicular, donde el respeto y la mediación deben prevalecer. Las interacciones entre agentes y ciudadanos deben regirse por los principios de la legalidad, el respeto mutuo y el cumplimiento de los procedimientos establecidos.

La Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre tiene como objetivo principal garantizar el orden en las vías, y parte de esa misión implica promover una relación respetuosa y profesional con los ciudadanos.

En tanto se esclarecen los hechos, se recuerda a la población que cualquier diferencia que surja en el marco de controles de tránsito debe ser canalizada por las vías correspondientes, evitando confrontaciones que puedan escalar en situaciones innecesarias o lamentables.

Las autoridades aún no han confirmado si se abrirá una investigación formal sobre este episodio. La ciudadanía y los medios permanecen atentos a cualquier pronunciamiento que permita conocer con mayor claridad lo sucedido frente al centro comercial en la capital.

viernes, 30 de mayo de 2025

IMAGENES SENSIBLES: Muere mecánico aplastado por autobús mientras realizaba reparación en Higüey

 

Higüey,, R.D.- Durante la madrugada del viernes, un hombre dejó de vivir en circunstancias lamentables mientras realizaba labores de reparación en un autobús estacionado. El hecho tuvo lugar en el parqueo de los autobuses Monumentales, ubicado en el sector Jobo Dulce del municipio de Higüey, perteneciente a la provincia La Altagracia.

La persona afectada fue identificada como Francisco Feliciano Santana, quien tenía 41 años de edad. Según consta en su documento de identidad, era oriundo de Hato Mayor. En el momento del incidente, se encontraba trabajando en la parte trasera izquierda de un autobús marca HYUNDAI, de color rojo, con la intención de cambiar un neumático.

De acuerdo con los datos preliminares disponibles, mientras Feliciano realizaba esta tarea, se produjo una supuesta falla en el sistema de suspensión neumática, comúnmente conocido como “yoyo”. Esta avería habría ocasionado que el vehículo descendiera inesperadamente, atrapando al hombre en el área del guardalodos. La situación derivó en consecuencias fatales para él.

A la escena acudieron unidades del sistema de emergencia 911, miembros de la Policía Nacional, representantes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), así como autoridades del Ministerio Público. También estuvo presente la médico legista, quien junto a otros funcionarios, procedió con las diligencias correspondientes.

El suceso ocurrió poco después de las 12:00 de la medianoche, generando un ambiente de conmoción entre quienes se encontraban en el lugar. La pérdida de Feliciano ha sido motivo de profundo pesar entre sus allegados, incluyendo familiares, amigos y compañeros de trabajo.

La situación, que ha sido catalogada como un hecho desafortunado, destaca los riesgos que pueden surgir durante labores mecánicas, especialmente en horarios nocturnos y sin las medidas adecuadas de seguridad técnica. Aunque los detalles siguen bajo revisión, hasta el momento no se han ofrecido nuevas informaciones sobre investigaciones posteriores o posibles medidas a tomar.

El hecho mantiene en estado de reflexión a quienes conocieron a Francisco Feliciano Santana, cuya pérdida ha dejado una huella dolorosa en su comunidad. Su partida ha sido recibida con tristeza y respeto por parte de quienes compartieron con él en vida.

ENLACE A LAS IMÁGENES

A 64 años del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo

 A 64 años del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo

El vehículo en que viajaba Trujillo fue ametrallado.

SANTO DOMINGO, R.D.- Hoy, 30 de mayo, se conmemora el 64 aniversario del ajusticiamiento de Rafael Leonidas Trujillo, quien por 31 años (1930-1961) encabezó en República Dominicana una de las dictaduras más sanguinarias de América Latina.

De acuerdo a relatos históricos, a las 9:45 de la noche, el vehículo en que viajaba el generalísimo (como también se le llamaba), fue ametrallado en una emboscada cuando transitaba por la avenida George Washington, con destino a su ciudad natal, San Cristóbal.

El ajusticiamiento se le atribuye a un grupo de hombres cansados de los atropellos cometidos por la tiranía, entre ellos, Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Manuel (Tunti) Cáceres Michel, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda. Según reportes de la fecha, el vehículo recibió más de 60 impactos de bala de diversos calibres, de los cuales, siete penetraron el cuerpo del dictador causándole la muerte, mientras que su chófer, Zacarías de la Cruz, recibió varios disparos, pero no perdió la vida, aunque fue dado por muerto por los ajusticiadores.

La dictadura de Trujillo duró tres décadas y es considerada como una de las más sangrientas del siglo 20 en toda Latinoamérica.

Existía un monopolio del Estado, se torturaban y asesinaban personas por el simple hecho de no estar de acuerdo con las decisiones del régimen y su accionar. En octubre de 1937, Trujillo ejecutó la denominada “Masacre del Perejil”, en la que ordenó a sus tropas la erradicación masiva de haitianos que residían en el territorio dominicano, particularmente en las fincas agrícolas situadas en la frontera entre Haití y República Dominicana. En ese hecho, perdieron la vida alrededor de 20 mil personas.

Asimismo, se le atribuye haber ordenado, el 25 de noviembre de 1960, el asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes eran opositoras a la dictadura.

De igual forma, el atentado a Rómulo Bétancourt. Estos hechos contribuyeron a despertar la conciencia entre la población contra el régimen, que culminó con el asesinato del caudillo. Se recuerda que Trujillo llegó al poder en 1930, tras un golpe de Estado contra el Gobierno del general Horacio Vásquez.

Trujillo creó un culto alrededor de su personalidad, llamándose así mismo con títulos como “El Benefactor de la patria” o “El Jefe”.

Datos históricos indican que ejercía control absoluto sobre el país, mediante una severa represión política en contra de la población, el culto a su personalidad y manipulación y control total sobre las instituciones del Estado.

UN DIA COMO HOY: Los 6 disparos que recibió el cuerpo del dictador Rafael Leónidas Trujillo

 

Fotografía muestra al dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina con la banda presidencial colocada.

Fotografía muestra al dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina con la banda presidencial colocada

POR: SHADDAI EVES

SANTO DOMINGO, R.D.- El cuerpo del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina fue examinado al amanecer del 31 de mayo de 1961, pocas horas después de ser ejecutado en la carretera que conectaba Ciudad Trujillo con la provincia San Cristóbal, la que hoy es la Autopista 30 de Mayo.

Un general médico del propio Ejército Nacional fue quien realizó el expediente médico del “Generalísimo”, como se hacía llamar, de acuerdo con un documento al que tuvo acceso LISTÍN DIARIO, de la Suprema Corte de Justicia de la República.

El certificado, emitido el tres de julio de 1961 por el general de brigada médico Francisco González Cruz, quien en ese entonces se desempeñaba como director del Cuerpo Médico y Sanidad Militar, fue el primero practicado al cuerpo del temible dictador.

González Cruz no solo documentó la muerte del hombre que gobernó el país por más de tres décadas, sino que reveló con qué fue abatido su cuerpo.

En el documento se nombra al tirano con todos sus títulos: “Su excelencia el generalísimo doctor Rafael Leónidas Trujillo Molina, Benefactor de la Patria y Padre de la patria Nueva”.

La revisión médica detalló un cuerpo perforado en varios puntos.

En la región mentoniana, había una herida de bala sin orificio de salida que ocasionó la fractura del maxilar inferior (la mandíbula inferior) y la pérdida de varias piezas dentarias.

“La herida sin duda corresponde al tiro de gracia que le dio Antonio de la Maza cuando ya Trujillo, moribundo, yacía sobre el pavimento”, dijo el destacado patólogo Sergio Sarita Valdez, de acuerdo con una solicitud que le formuló el historiador Juan Daniel Balcácer para analizar el parte médico.

Otra herida de bala con orificio de entrada a nivel del segundo espacio intercostal izquierdo y con orificio de salida a nivel del quinto espacio intercostal izquierdo, debajo de la tetilla. La trayectoria que trazó el proyectil fue subcutánea.

“Esta herida corresponde a un disparo en el pecho que entró de un modo verticalizado por debajo de la clavícula izquierda y salió un poco inferior a la tetilla del mismo lado”, dijo el patólogo.

Y agregó: “Debió haberla ocasionado Antonio Imbert Barrera en el momento en que, tambaleándose, Trujillo se colocó frente a su vehículo y el héroe, que se acercaba presto a la advertencia que poco antes hizo De la Maza en el sentido de “Tocayo, para allá va uno”, enfrentó cara a cara y le disparó al viejo dictador en el pecho”.

Fue localizada por González Cruz otra herida de bala con orificio de entrada al nivel del séptimo espacio intercostal izquierdo, con orificio de salida en la cara posterior del hemitórax izquierdo a nivel del séptimo espacio intercostal.

“Impactó el pecho en el lado izquierdo, de frente, unos tres dedos por debajo de la tetilla correspondiente exactamente al séptimo espacio intercostal, saliendo por la espalda al mismo nivel que hizo la entrada, por lo que se deduce que siguió una dirección en línea recta, aparentemente sin obstáculo óseo en su camino”, dijo Sarita Valdez.

“Este fue el primer disparo hecho por Antonio de la Maza con su escopeta recortada y cargada con cartuchos, rellenos de bolas de rodamientos, especialmente confeccionados por Manuel de Ovín Filpo. Al haber penetrado por la axila izquierda (recuérdese que Trujillo iba sentado en la parte trasera con el brazo izquierdo sobre el asiento posterior), se colige que ese solo disparo debió tener consecuencias fatales”, dijo Sarita Valdez.

Un impacto más quedó alojado en el hueso axilar izquierdo, a nivel de la línea axilar, sin orificio de salida.

Otro proyectil penetró la fosa ilíaca izquierda y sin orificio de salida.

“Corresponde a un disparo en la pelvis izquierda cerca de la ingle”, especificó el destacado galeno.

Sarita Valdez indicó que por su ubicación pudo haber lesionado vasos sanguíneos de gran calibre incluida la arteria aorta, las que por sí pudieron causar la muerte del sujeto.

“Pudo haber sido infligida desde un ángulo detrás del tirano, después de que esté hubo salido del vehículo, tratando de buscar protección fuera de él. Con toda seguridad, ésta herida se la provocó De la Maza”, dijo.

Una ráfaga más entró al nivel de la primera falange dedo índice de la mano izquierda, con orificio de salida en la cara anterior-torció inferior antebrazo izquierdo.

El médico señaló que la trayectoria trazada por este proyectil ocasionó fracturas conminutas de los huesos del cuerpo, metacarpo, cúbito y radio, con gran pérdida de tejido blando.

“La herida probablemente las recibió el dictador en medio de fragor del breve combate trabado entre sus atacantes y Zacarías de la Cruz”, dijo Sarita Valdez.

El informe destacó un traumatismo en la región temporal, auricular y malar izquierda, con hundimiento del arco cigomático.

“Corresponden a un trauma por objeto o superficie contundente causando contusiones en el lado izquierdo del cráneo y cara”, dijo Sarita Valdez.

Además, puntualizó que estas lesiones que presentaba el cuerpo Trujillo se debieron a su estrepitosa caída sobre el pavimento y también a los traumatismos recibidos cuando su cadáver fue tirado en el baúl del carro en que fue conducido a la casa del general Juan Tomás Díaz.

En total fueron seis ráfagas de bala las que penetraron el cuerpo del tirano.

La herida en el hueso axilar izquierdo, a nivel de la línea axilar sin orificio de salida, no fue descrita en el testimonio del doctor Abel González, quien embalsamo el cadáver de Trujillo. 

“Razón por la cual en su testimonio afirma que el cadáver solo presentaba cinco heridas de balas”, dijo Sarita Valdez.

UN DIA COMO HOY: Las últimas horas del dictador, Rafael Leónidas Trujillo

El 30 de mayo de 1961 fue martes. El día en Ciudad Trujillo amaneció como cualquier otro para Rafael Leonidas Trujillo Molina. Nada en el aire sugería que el dictador, que por más de 30 años gobernó República Dominicana con mano de hierro, estaba viviendo sus últimas horas. Nadie, excepto un grupo de conspiradores, sabía que ese día cambiaría la historia del país.

Trujillo se levantó temprano como era de costumbre.

“Trujillo era una persona muy disciplinada en sus actividades y tenía una rutina diaria. Ese día, como cualquier otro día, se levantó cerca de las 5:00 de la madrugada. Eso era casi una costumbre”, relató el historiador Juan Daniel Balcácer en entrevista con LISTÍN DIARIO, por el 64 aniversario del ajusticiamiento del tirano.

El generalísimo revisó los informes que diariamente le suministraba su servicio de inteligencia militar en su residencia oficial, conocida como la Estancia Rhadamés, ubicada en lo que hoy es la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, donde más tarde se construiría la Biblioteca Nacional.

Luego, se dirigió al Palacio Nacional.

A las 9:00 de la mañana, el “Benefactor de la Patria”, despachaba asuntos de Estado y recibió para una reunión a Virgilio Álvarez Pina, mejor conocido como “Don Chucho”, un colaborador muy cercano y que había ocupado distintos cargos como el de Tesoro y Comercio, en 1941. Además, fue presidente de la Junta Central Directiva del Partido Dominicano, la única organización política que existió durante la dictadura.

Contó Balcácer que a las 10:00 de la mañana, Trujillo partió hacia la “Aviación”, hoy Base Aérea de San Isidro, acompañado del entonces jefe de la Policía, el coronel Marcos Jorge Moreno.

“De esa mañana él está registrado documentalmente que cerca de la media mañana fue a la Base Aérea… entonces le decían la Aviación, hizo una inspección y regresó a Palacio”, confirmó el historiador Balcácer.

Almorzó en Palacio. Era rutinario de él, pero tenía un invitado estadounidense que era un amigo, o sea, que era un almuerzo de trabajo, no era nada extraordinario”, comentó el historiador Balcácer.

Indicó que uno de los colaboradores que participó en el almuerzo se enteró que iba esa noche para San Cristóbal.

“Y ese colaborador se llamaba Miguel Ángel Báez Díaz, servidor público, político y conspirador encubierto”, indicó.

Balcácer dijo que a las 1:30 de la tarde, Trujillo se paseó por la Estancia Ramfis, entre la avenida Independencia y la avenida George Washington, en el Malecón. Actualmente, la propiedad es sede de la Cancillería.

Más tarde, a las 5:00, el dictador estaba de vuelta en el Palacio Nacional. Según Balcácer sostuvo una reunión con Joaquín Balaguer. Además, llamó a su colaborador cercano Álvarez Pina, quien quedó con el conocimiento de que en la noche se trasladaría hacia la Hacienda Fundación.

“Balaguer se refiere a ese episodio y hablaban de cosas rutinarias. Era, imagínese, 30 años gobernando, no había ningún peligro inminente de invasión ni nada por el estilo, como decían ellos. El régimen se tambaleaba, quizás él, Trujillo, suponía que podía salir airoso porque estaba sometido a unas sanciones económicas y políticas de parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), luego del escándalo del atentado contra Rómulo Betancourt, en Venezuela. Y el país pasaba por estrecheces económicas notables, la población lo sentía. Pero en Un Cortesano en la Era de Trujillo, Balaguer se refiere a esa conversación y dice que fue una conversación rutinaria. Sin embargo, da a entender que habiendo sido esa su última conversación con Trujillo, advirtió él cierta actitud, digamos como de despedida, si se quiere. Pero eso son reflexiones que solemos hacer los seres humanos cuando ya el otro no está y entonces uno comienza a atar cabos”, explicó Balcácer.

A las 5:00 de la tarde, Báez Díaz llamó por teléfono a Antonio de la Maza, uno de los principales conspiradores, para informarle del inminente viaje del tirano. Fue el impulso que los conjurados necesitaban: reunirían al grupo esa misma tarde para ejecutar el plan.

“Desde que Antonio de la Maza recibió esa información, a las 5:00 de la tarde, comenzó a reunir a todo el que estuviera en la capital para llevar a cabo el ajusticiamiento”, dijo Balcácer.

Trujillo, ajeno al destino que le aguardaba, mantuvo su rutina. A las 7:00 de la noche, visitó a su madre, Julia Molina, en su residencia de la avenida Máximo Gómez con México, donde hoy funciona la Universidad APEC, realizando posteriormente su caminata habitual de las tardes, según Balcácer.

 Fotografía muestra la casa de la madre del dictador Trujillo, doña Julia Molina. Hoy es sede de la Universidad Apec.

“Ya cerca de las 7:00 de la noche acostumbraba a visitar a su madre Julia Molina que vivía en una casa en la Máximo Gómez esquina México. Desde esa casa, después de visitar a su mamá, bajó caminando desde la Máximo Gómez con México hasta la avenida George Washington. Era su caminata habitual que hacía en las noches varias veces a la semana en compañía también de algunos colaboradores y amigos. No solamente se trataba de una caminata que él habitualmente hacía, sino que ahí también aprovechaba, intercambiaba opiniones y recibía informes porque Trujillo se mantenía siempre informado de todo cuanto sucedía en el país. Se dice, bueno, bajaron toda la Máximo Gómez, se sentaron un momento en el área ahí de Güibia y de ahí caminaron también hacia el Obelisco”, puntualizó Balcácer.

Posteriormente, El Jefe decidió volver a la Base Aérea de San Isidro y le acompañaron el secretario de las Fuerzas Armadas, José René Román, conocido como “Pupo Román” y, nueva vez, el coronel Jorge Moreno. De regreso, volvió a su casa, la Estancia Radhamés, hoy Biblioteca Nacional y visitó a su hija Angelita Trujillo, donde en la actualidad funciona el Teatro Nacional. También notificó a su chofer Zacarías de la Cruz que preparara el viaje a San Cristóbal.

“La Base Aérea era un territorio exclusivo de su hijo Ramfis. Lo que pasa que Ramfis estaba fuera del país, tenía varias semanas ya fuera en París, participando junto con su hermano y sus amigos en un torneo de Polo, me parece, una competencia. Y se dice que él, Trujillo, cuando fue a la base aérea en la mañana detectó una anomalía en una tubería de agua. Nada, y en la tardecita fue de nuevo y dicen que increpó de una manera agresiva al secretario de la Fuerzas Armadas por ese desperfecto que había ahí, lo cual parece una cuestión de niños porque el secretario de la Fuerza Armada no era el responsable de un escape de agua... para eso están los encargados de una institución castrense. Y además con el reinado de su hijo no se metía nadie, nada más que él. Lo cierto es que él volvió, pero volvió para otras cosas y entre esas le llamó la atención al general Pupo Román y regresaron a tal punto que dicen que cuando ya llegaba a la ciudad le dijo que se saliera del carro. Son cosas que no tienen sentido y que realmente no alteran el curso de la historia”, contó.

El Jefe ya tenía colocado su uniforme de militar verde-olivo, el traje que indicaba que iba para su hacienda en su pueblo natal, de acuerdo con el historiador.

“Trujillo acostumbraba cuando iba a San Cristóbal vestirse de militar en verde-olivo. Y ese día él estaba vestido de civil en la mañana, en la tarde y, luego, antes de ir donde su madre, ya se había vestido. Cuando él baja a la avenida caminando, ya va vestido de verde-olivo. Y ellos entonces, los complotados, comprobaron que la información era cierta, fidedigna”, narró Balcácer.

Después de que “El Padre de la Patria Nueva”, otra denominación que el sátrapa utilizaba, sale de la casa de Angelita, se va en su carro Chevrolet Velt Air azul celeste hacia San Cristóbal por el Malecón con destino a Fundación, pero específicamente a La Caoba, según Balcácer. Va en compañía de su chofer Zacarías.

“Él había dado instrucciones de que cuando iba solo a San Cristóbal no hubiera dispositivo de seguridad. Por eso ellos enterados de esa disposición fue que planificaron emboscarlo cuando él iba a San Cristóbal. Precisamente, uno de los motivos por lo que Ramfis Trujillo le reprochó a Abel García fue que por qué no andaba su papá protegido. Y él le dijo, bueno, es que El Jefe ordenó que no lo protegiera, usted sabe que las órdenes del jefe había que cumplirlas. Entonces le dijo, mi deber era proteger al jefe de sus enemigos, no de sus amigos”, externó Balcácer.

De la Maza, uno de los líderes de la conspiración, logró convocar a seis: Antonio Imbert Barrera, empleado de una concretera, de 41 años de edad, Salvador Estrella Sadhalá, contratista, de 42 años de edad; Amado García Guerrero, quien era teniente del Ejército dominicano, con 30 años de edad; Huáscar Tejeda, un ingeniero, con 35 años y Pedro Livio Cedeño, también ingeniero, de 50 y Roberto Pastoriza, un ingeniero, de 35 años.

Pasadas las 5:30 de la tarde, mientras Trujillo lleva acabo su rutina, los conjurados iban resolviendo sus trámites: García Guerrero se comunica por teléfono con el ingeniero Pastoriza y le asegura que el hombre va. Según Balcácer, Pastoriza, a su vez, debió contactar a su íntimo amigo, el ingeniero Tejeda, que había sido localizado por De la Maza y así sucesivamente.

Aproximadamente a las 8:00 de la noche, los conjurados estaban en la autopista con una pistola calibre 45, una escopeta Browing recortada calibre 12 y tres carabinas M-1 y en tres vehículos.

En un carro Chevrolet negro, propiedad de De la Maza, estacionado en las proximidades del Teatro Agua y Luz, estaban los complotados Imbert Barrera, a quien se le asigna la tarea de conducir el vehículo, Antonio de la Maza, quien ocupaba el asiento derecho delantero; Sadhalá y García Guerrero, en el asiento trasero.

En el segundo auto, un Odsmobile negro, propiedad de De la Maza, estacionado a 4 kilómetros de la Feria Ganadera, lo tenían Tejeda y Cedeño. En tanto que, en un Mercury, propiedad de Sadhalá, aguardaba Pastoriza en el kilómetro 9 de la autopista en dirección hacia San Cristóbal.

Ante los movimientos del Generalísimo, que postergaban el momento crucial y aumentaban la tensión del grupo que llevaba ya más de una hora aguardando, debido a que Trujillo decidió hacer la visita a su hija Angelita, Báez Díaz fue hasta donde estaban ellos para tranquilizarlos. Les aseguró que ya faltaba poco.

Faltando apenas diez minutos para las 10:00 de la noche del 30 de mayo de 1961, Balcácer relató que Trujillo fue visto en la avenida George Washington al pasar frente al Teatro Agua y Luz. De la Maza, Imbert Barrera, García Guerrero y Sadhalá pretendían que hablaban y en cuanto el carro del dictador cruzó frente a ellos, iniciaron la persecución.

Balcácer especificó que Trujillo viajaba en el asiento trasero contiguo a la puerta posterior derecha.

En el momento en que el vehículo conducido por Imbert Barrera se colocó paralelo al de Trujillo, De la Maza y García Guerrero dispararon. Con el disparo de De la Maza, a las 10:00 de la noche, aproximadamente, el enfrentamiento empezó y un proyectil impactó el cuerpo del mal llamado Benefactor de la Patria.

Balcácer contó que tras el ataque, el chofer de Trujillo frenó bruscamente provocando que el automóvil manejado por Imbert lo rebasara velozmente. Imbert tuvo que girar en “U”, situándose a 15 metros del carro del dictador.

Se desmontaron e iniciaron un tiroteo que, de acuerdo a los archivos periodísticos duró aproximadamente diez minutos.

El historiador dejó claro que Trujillo y su chofer salieron del vehículo, que estaba en diagonal debido a que De la Cruz quiso intentar un giro a la izquierda para regresar a la capital.

Imbert y De la Maza pidieron a Sadhalá y García Guerrero que los cubrieran, ya que se iban a acercar al carro de Trujilllo para terminar rápidamente el enfrentamiento.

“De la Maza logró deslizarse por el pavimento hasta posicionarse detrás del vehículo de Trujillo, mientras que Imbert lo hizo por la parte delantera”, contó Balcácer.

En medio de la lluvia de proyectiles, los conjurados se percataron de que el chofer se fue de la escena hacia los matorrales, mientras que Imbert notó que una persona se tambaleaba frente al vehículo.

“Era Trujillo y se quejaba de las heridas recibidas”, dijo Balcácer.

Antonio Imbert Barrera relató a este diario en 2008 que: “Cuando vi al tirano tambaleante, dije: “Se va a escapar”. De la Maza gritó: “¡Tocayo, ahí va!”. Yo disparé”.

De acuerdo con la declaración jurada notarialmente en 1964, en Madrid, De la Cruz dijo: “Inmediatamente me rebasó un carro color negro por el lado derecho del jefe. Al rebasar sus ocupantes volvieron a dispararnos. En ese momento, el jefe me dijo Zacarías, yo me siento herido. Traté de apresurar la marcha, pero inmediatamente se me cruzó el carro que me perseguía, lo que dio lugar a que me viera precisado a frenar, para no estrellarnos contra el vehículo asaltante, evitando que esta colisión dificultara el posterior funcionamiento de nuestro vehículo y nuestra posible salida mediante el mismo de la fatal encerrona. Al cruzárseme el carro, el jefe me dijo, coge la ametralladora, vamos a pelear que estoy herido. Le conteste Jefe, son muchos, vamos a tratar de escaparnos a ver si lo salvo, pero cuando traté de continuar la marcha, inmediatamente el jefe abrió la puerta trasera derecha y se tiró fuera del vehículo, lo que dio motivo a que me viese precisado a detenerme. Tan pronto como desmontó cogí el riflecito M-1 que llevaba yo en el asiento delantero y empecé a dispararle a los asaltantes, mientras el jefe caminó hacia delante, situándose en el guardalodos derecho delantero de nuestro vehículo. Allí les dio el frente a los enemigos. El jefe cayó a lo largo del pavimento con la cabeza orientada hacia el vehículo que ocupábamos, boca abajo. Consideré que su caída era mortal, porque no lo vi moverse más. Seguí disparándoles a los enemigos y estos a su vez me disparaban también”.

Imbert disparó una bala que Trujillo recibió en el pecho. De la Maza se acercó al cuerpo del dictador, que estaba con la cabeza en dirección a Haina, y le un tiro al tiempo que exclamó: “¡Este guaraguao no come más pollos!”.

 La ejecución del tirano se efectuó en este tramo de la autopista hoy conocida como 30 de Mayo.

Otros conjurados llegaron en apoyo. Cedeño fue herido en el abdomen. Según los archivos periodísticos de LISTÍN DIARIO, hubo confusión: Sadhalá disparó a los recién llegados pensando que eran los Trujillo o refuerzos del régimen.

“Cuando los otros vinieron a dar cuenta y llegaron y llegó Cedeño y Huáscar, ya Trujillo estaba muerto. Y Pastoriza, el vehículo que llevaba no encendió. Entonces, ellos se acercaron a la escena, pero ya había pasado”, narró Balcácer.

A las 10:10 de la noche, del martes 30 de mayo de 1961, ya El Jefe estaba muerto.


Texto: SHADDAI EVES para Listin Diario

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